Quien tiene dinero, ama el dinero y hablar de él.

Joaquín, asesor inmobiliario, valora mucho el dinero, dice que le da libertad.

La libertad de estar en su casa un sábado cualquiera, decidir de pronto pasar el fin de semana con toda tu familia en Disneyland París y poder hacerlo, sin que su cuenta corriente se ponga nerviosa.

Quien tiene dinero, lo entiende como un potenciador de lo que eres.

Si eres tonto, con mucho dinero eres más tonto.

Si eres solidario, con mucho dinero eres más solidario.

Si valoras tu libertad, con dinero eres más libre.

Para que irte todos los años de vacaciones al pueblo sea una decisión y no una obligación.

El dinero también te da seguridad.

Pero… ¿Cómo llega el dinero?

Solo es una consecuencia.

Y aunque mis jefes anteriores y la franquicia de la que fue franquiciado se centraban solo en el facturado, en 2017 entendí que no podía estar obsesionado con ese objetivo.

Pensar en el dinero como resultado final, te hace moverte entre la euforia y la frustración, y he visto a muchos asesores vivir en una montaña rusa de emociones.

La mayoría de ellos, aunque les gustaba el trabajo de asesor inmobiliario, no lo aguantaron y abandonaron.

Entiende que este negocio de vender casas, lo primero son las personas que son propietarias de estas casas y sus circunstancias, y los segundo, cómo vender su casa a buen precio.

Para hacerlo bien tendrás que aprender a escuchar.

A escuchar comprendiendo y asimilando lo que te dice cada propietario, para ver cómo le puedes ayudar.

No para rebatir algo.

No para pisarle sus frases.

No para que le aburras con tu tostón de presentación en power point hablándole de la marca a la que representas.

Escucha atento, y habla poco.

Aprende a hacer las preguntas correctas para extraer la información que necesitas.

Tira el maletín de poliester lleno de revistas ombliguistas a la basura.

En esta mentoría sobre la venta inmobiliaria te enseñaré qué preguntas hacer, y cómo utilizar a tu favor la información que necesitas para gestionar mejor las objeciones:

  • Sin rebatir nada.
  • Sin entrar en discusiones sin salida.
  • Sin bajarte los pantalones con tu comisión.
  • Sin rogar que te firmen el encargo de venta.

Puede que esto te resulte familiar:

  • «Nos gustas mucho, pero nos hemos decantado por otra opción. Te tendremos en cuenta para otra ocasión».
  • «Llámame la semana que viene y hablamos».
  • «Lo sé, es mi teléfono el que está en Idealista, pero la venta del piso la lleva mi mujer».
  • «¿No sabes leer? Abstenerse agencias».
  • «Me pillas muy liado».
  • «Cuentame y lo comento con mi hermano».
  • «Envíame la información por correo y ya te digo algo».
  • «Si tienes a un cliente me lo puedes traer».
  • «Traeme a tus compradores pero yo no firmo nada».
  • «Vamos a seguir así».
  • «Me gustas tú, pero tu franquicia solo vende pisos baratos».

Son cosas que a mí también me han dicho, que he aprendido a gestionar y he ayudado a otros asesores inmobiliarios a saberlas gestionar.

Una de las cosas más importantes es no mostrar necesidad.

Ni aún estando días sin comer, y no por ser fan del ayuno voluntario, he mostrado necesidad.

Fue cuando empecé a trabajar en la primera inmobiliaria. En unos meses pasé de ser un muerto de hambre a cenar en un palco del Bernabéu.

Esta historia te la cuento dentro de la mentoría. Algunos me han dicho que vale su precio en oro.

Es lo que me dicen los asesores y franquiciados que han contratado mis cursos.

Bueno, por resumirte un poco, te doy unas píldoras gratis para no rogar de rodillas que te contraten:

  • No confundas ser educado con ser servicial. Siento decirte que el S. XVI ya pasó.
  • Si hablas a la gente «de tú», te acercas. Si les hablas «de usted», te alejas. No eres más educado por hablarle a alguien de usted. Y esto va de vender.
  • Evita frases como: «gracias por tu tiempo», «gracias por atenderme».
  • Tampoco digas: ¿te pillo ocupado?».
  • Ni la barbaridad de: «te robo solo dos minutos».
  • Y de la promesa eterna de que «tienes a un cliente muy interesado», ni hablamos.

Podría estar así todo el día, pero te doy más detalles en la mentoría de venta inmobiliaria, para que NO te vendas a través de la desesperación.

Sí, te puedes suscribir, pero espera que sigo.

Puede que pienses que solo teniendo en cuenta estos detalles ya ganarás ingentes cantidades de dinero como asesor inmobiliario, pero siento decirte que no es así.

Has subido a mitad de tabla. Ya no serás tan mediocre como la mayoría.

Interiorizar todo esto lleva su tiempo. Es un aprendizaje que no deja de evolucionar.

Mi alumnos aprenden de mí. Yo de ellos.

Estudiamos, asimilamos, hacemos, reflexionamos, adaptamos y aprendemos.

Mejoramos y evolucionamos juntos.

Sí, pero tú quieres saber cómo ganar más dinero.

Primero tienes que saber escuchar con atención a quien tienes enfrente, después tienes que aprender a venderte sin parecer un títere ofreciendo las soluciones concretas que necesitan, centrándote en los beneficios de que te contraten a ti y no a otro.

Para esto, tienes que ser diferente al resto, y de esto también hablo en la mentoría.

La diferenciación es importante para que te elijan.

Por eso lo que aprendes en esta mentoría también te servirá para aplicarlo en tu vida personal.

Porque vender es como ligar. Cómo te relacionas con los demás.

La vida es venta.

Tu pareja te elige a ti y no a otro por algo.

No es cosa del azar, ni del destino, ni por vuestros signos zodiacales.

Ocurre igual cuando te eligen como inmobiliaria.

Aquí hay mucho trabajo.

Y es el error que comenten las nuevas inmobiliarias que salen de una franquicia, ser la misma inmobiliaria pero con distinto color. Un copia y pega.

Y tal y como se vende ahora, lo más probable es que la nueva inmobiliaria no aguante ni una década.

Te lo digo yo, que desde 2007 he visto a muchas abrir y cerrar.

Porque no se venden casas hoy como hace 20 años.

Por eso tienes que formarte, tienes que evolucionar.

Si no evolucionas, te quedas atrás.

Repasemos.

  • Escucha a tu cliente con las dos orejas.
  • Tu cerebro lo procesa sin pensar en comisiones.
  • Tienes en cuenta las circunstancias del propietario.
  • Le hablas de las soluciones concretas que necesita de ti sin parecer desesperado.
  • Le ofreces una estrategia para vender su casa a buen precio para demostrarle que gana más contratándote, en tiempo y dinero.
  • Demuestras lo que le has dicho.
  • Negocias la mejor propuesta.
  • Vendes la casa a un precio que haría sonrojar a tu cuñado.
  • Tu cliente te recomienda a sus familiares y amigos, y vuelta a empezar con un nuevo cliente.

Es algo básico, pero no está mal para empezar.

Lo que quiero que te quede claro, es que si te esfuerzas en hacerlo lo mejor posible con conocimiento, y eres constante, el dinero llega.

Es una consecuencia de que tus clientes estén muy contentos contigo.

Con las inmobiliarias de la vieja escuela esto no pasa, porque utilizan la estrategia de «tierra quemada».

Cercanía, confianza, captación, presionar, bajar precio, meter miedo para que acepten la primera propuesta que consiguen, y vender más casas en menos tiempo.

Pensando solo en el propio beneficio de la agencia inmobiliaria, sin importar el beneficio del cliente.

Quien gana realmente es el comprador.

El vendedor de la notaría con la sensación de haber perdido. Se olvidará de ti y no te recomendará.

Por eso hay tanta rotación de asesores.

Por eso cuando abres tu oficina es en otra zona donde no te conoce nadie.

Los bancos hacen lo mismo con los directores de las sucursales.

Pero una cosa es persuadir y otra muy diferente, manipular.

Para mí es una linea roja que voy a seguir sin cruzar.

Si prefieres manipular a seducir, esta mentoría no es para ti.

Es algo con lo que yo no estaba cómodo. Era una de tantas partes del «metodo» que no me interesaban.

Por eso, lo mejor fue crear mi propio sistema.

Uno abierto a la mejora, para que no huela a cerrado.

Sin objetivos.

Sin frustación.

Sin esa montaña rusa de emociones, que hacía que muchos asesores abandonaran.

Llegarás a ser un asesor inmobiliario que se centre en las relaciones, no en el negocio.

Parece contradictorio, pero así tus clientes prospectan por ti, y te traen a nuevos clientes con la lección aprendida.

Clientes nuevos sin objeciones que rebatir.

Clientes a los que vas a vender su casa a buen precio y que también te traerán nuevos clientes.

Así sí entra más dinero en tu cuenta corriente.

Sin trucos, ni promesas manidas de: «conviértete en un titán inmobiliario de esos que ganan 7 cifras al año».

No voy a prometerte una mentoría cambiavidas.

Ni que vas a captar infinidad de propiedades en piloto automático.

No me parece serio.

Cambiar tu vida es responsabilidad tuya, igual que ser un buen asesor inmobiliario.

Aunque siempre puedes conformarte con hacer lo justo y ser mediocre como la mayoría.

Tener carné de conducir no te convierte en piloto de Formula 1.

Si lo has entendido, esta mentoría es, sin duda, una inversión altamente rentable.

Si ni si quiera sabes de que te estoy hablando, esto no es para ti.

Te cuento cómo va la mentoría.

Lo de enseñar siempre me ha gustado. Es vocacional.

Por eso estudié magisterio.

Me salía innato ayudar a mis compañeros asesores, como lo he hecho en otros trabajos.

Así nos ayudábamos todos, conseguíamos los objetivos grupales y nuestra imagen como asesores mejoraba.

Empecé a ir a eventos del sector inmobiliario. Escuchaba, atendía, apuntaba y daba mi opinión cuando me la preguntaban.

Me di a conocer, me pedían el teléfono, se lo pasaban entre ellos y me hacían propuestas.

Algunas tan locas como dar una charla en una convención.

Gerentes inmobiliarios, franquiciados, responsables de area e incluso asociaciones de asesores inmobiliarios, me empezaron a pagar por transmitirles mi conocimiento sobre la venta inmobiliaria en forma de cursos.

Algunos me ofrecieron hasta 10.000€ por hacerles una consultoría, que rentabilizaron al mes siguiente y hoy siguen rentabilizando.

Pero la formación, si nadie la lleva a la acción, no sirve de nada.

Pero no pagan por una formación, por un curso.

Pagan por dónde pueden llegar con un punto de vista que rompe con lo establecido en el sector inmobiliario español.

Así se alejan de la competencia.

Evolucionan para no quedarse atrás.

No se duermen en los laureles.

Y esta mentoría es tu oportunidad de llegar a esa formación por la que muchos han pagado 10.000€.

Pero tranquilo, no la doy de golpe.

Poco a poco para que puedas poner en práctica lo que aprendes y seas consciente de tu evolución.

La mentoría funciona así.

Cada semana, una lección sobre la venta inmobiliaria, en audio.

Semana que estás fuera, lección que te pierdes.

Podrás escucharla donde quieras y cuando quieras.

Es una lección con el mismo nivel de calidad que mis cursos o una consultoría inmobiliaria.

Nunca ofrezco nada que me parezca mediocre, aunque como me gusta lo de la mejora continua, atiendo sugerencias constructivas.

Las lecciones las envío cada viernes.

Hice un cuestionario entre muchos de los asesores a los que he formado y salió este día.

Eso significa que si te das de alta un sábado a las 0:00 no accedes a la lección anterior.

Te la pierdes para siempre.

Precio: 149 € / mes, impuestos incluidos.

Esto es lo que hay y tú decides si te aporta valor para que tu negocio goce de buena salud durante años y tú éxito no baje como la espuma.

Si estás interesado, se contrata aquí abajo.

Mentoría de venta inmobiliaria de Alfonso Rivero.

  • 149 € / mes (impuestos incluidos).
  • Cada semana una lección de venta inmobiliaria desde que te suscribes.
  • Te das de baja cuando quieras.

Si no te gusta, te vas.

Me tomo la mentoría muy en serio, y si no tienes el mismo nivel de compromiso que yo, prefiero que estés fuera.

Si sientes que la mentoría no es para ti porque lo sabes todo sobre vender casas a buen precio, te das de baja.

Te lo pongo muy fácil.

Pero si te vas, pierdes acceso a todo el contenido.

La relaciones basadas en el compromiso y la confianza duran toda la vida, aportándonos beneficio mutuo.

Mentoría de venta inmobiliaria de Alfonso Rivero.

  • 149 € / mes (impuestos incluidos).
  • Cada semana una lección de venta inmobiliaria desde que te suscribes.
  • Te das de baja cuando quieras.

Cuestiones que puedo tratar en los audios que te envío.

  • Prospección de llamadas en frío sin que te cuelguen a la primera.
  • Prospección por escrito cuando no hay forma de contactar por teléfono, y que te contesten siempre.
  • Psicología de las ventas y como aplicarla en tu día a día para no ser otro asesor que duerme a las ovejas.
  • Técnicas de copywriting para persuadir como nunca los has hecho. Las palabras son más importante que cualquier imagen.
  • Calificar a los clientes para detectar a los clientes tóxicos y rechazarlos para que sea vayan a la competencia.
  • Establecer una buena estrategia de precios, para que no te bajes los pantalones cada vez que un propietario tuerce la cara cuando le dices tu precio.
  • Cómo ser menos sociable te ayuda a firmar más encargos.
  • Aprender a negociar para no acatar las condiciones de un propietario, el profesional eres tú. Imagina que vas a un cirujano, y le explicas cómo tiene que operarte.
  • Mejorar la autoestima para que no aprietes el esfinter cuando un propietario te plantee objeciones.
  • Reducir los tiempos de venta para que una compraventa no se haga eterna.
  • Que madures para que no le eches la culpa a lo de fuera y te responsabilices de tus acciones. Los resultados son la consecuencia.
  • Pasar de hacer valoraciones gratuitas a reuniones que merezcan la pena.
  • Analizaré casos de éxitos y de fracasos.
  • Descubriras como mejorar tu mensaje a través de tu web.
  • Te hablaré de cómo vender sin depender de los portales inmobiliarios.
  • De como la productividad no te hará un exclavo de tu negocio.
  • A no trabajar gratis para nadie.

Con todo lo que vas a aprender, harás un viaje a tu interior, encontrarás tu esencia y aprenderás a sacarle partido a eso que te hace diferente.

Eso que hace que un propietario te elija a ti y no a otro.

Yo he tenido que equivocarme muchas veces para aprender todo lo que he aprendido.

Con esta mentoría te ahorras tiempo y frustración.

Mentoría de venta inmobiliaria de Alfonso Rivero.

  • 149 € / mes (impuestos incluidos).
  • Cada semana una lección de venta inmobiliaria desde que te suscribes.
  • Te das de baja cuando quieras.

Preguntas que te pueden surgir ahora.

Si no eres capaz de ver que es una decisión muy rentable, no contrates la mentoría, y sigue como hasta ahora.

Cuando seas alumno de la mentoría, todas las que quieras.

Dentro de tu cuenta tendrás una pestaña titulada soporte, dentro hay un formulario que puedes utilizar para contactarme.

Sí, pero primero tienes que contratar.

De momento no lo hago. Solo envío audios. Uno a la semana.

Me gustaría hacer uno al mes.

Por aquello de la inteligencia colectiva, del feedback al momento, la magia del directo…

Para ello tengo que liberar tiempo.

Ya estoy trabajando en ello, pero no se cuándo podré empezar.

Atento al correo.

No.

Subirá.

Y te enseñaré a que tú hagas lo mismo con tus honorarios.

No, es barato.

Es una inversión muy rentable.

Y recuerda que subirá de precio.

Mientras que estés en la mentoría, tienes todo el tiempo que necesites.

Cuando salgas, perderás el acceso a todas las lecciones.

No.

Venga, vale, de acuerdo. Tú sigue así.

Obvio.

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«Pensaba que eras un vendehumos, pero he aprendido más sobre la venta inmobiliaria en este café que en los 10 años que llevo de franquiciado. Pagaría por esto»

Dicho y hecho.

Joaquín me contrata desde entonces para formar a sus asesores inmobiliarios.

Pero no todo el mundo se puede permitir la inversión que hace Joaquín.

La recupera en menos de un mes, pero cuando me contratan para cursos, charlas y conferencias, cobro por adelantado.

Pensando cómo llevar mi conocimiento a más gente, empecé un pódcast: Superasesor Inmobiliario.

La mayoría de los oyentes me dedicaban buenas palabras, y estaban dispuestos a pagar por un contenido premium.

Abrí la academia con el mismo nombre y había asesores que se suscribían.

Era una academia con videotutoriales. Cada uno con 10 episodios.

Aunque automaticé el proceso de creación, requería mucho tiempo que no tenía.

Había subido un par de cursos cuando vino la pandemia, y antes de que nos encerraran, mi mujer y yo nos enteramos que íbamos a ser padres.

Empezaron a salir pódcast inmobiliarios de todo tipo. Se multiplicaron descontroladamente como un gremlin recién salido de la ducha. Así que tomé la decisión de cerrar Superasesor Inmobiliario.

El pódcast y la academia.

Aunque a los que ya estaban suscritos dejé acceso gratuito mientras duró la pandemia.

Cuando volvimos a las calles, cerré la web.

Ya pensaría en otra forma más práctica de trasladerte mejor mi conocimiento y que lo pudieras aprender en poco tiempo y pudieras aplicarlo fácilmente.

No te voy a poner a ver videotutoriales de 3 horas por curso, cuando tú lo que quieres es aplicar y vender.

Quiero que aprendas y hagas, hasta que encuentres tu propio estilo, y para eso necesitas tiempo para llevar a cabo lo que aprendes.

Alumnos que estuvieron dentro de Superasesor Inmobiliario, ya están dentro de la mentoría.

Me han pedido que vuelva a publicar el pódcast, pero aún no sé qué haré.

Mucho del contenido que publiqué podría ser de pago.

Ya veré.

Mentoría de venta inmobiliaria de Alfonso Rivero.

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  • Te das de baja cuando quieras.

Abel pagó por una mentoría. Aquí te cuenta su experiencia.

https://vimeo.com/566031919?share=copy

¿Tienes dudas?

Te lo he explicado todo tan bien, que si sigues teniendo dudas, no es cosa mía.

Si no quieres contratar, no contrates.

Si quieres hacerlo, te lo pongo otra vez aquí:

Mentoría de venta inmobiliaria de Alfonso Rivero.

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  • Te das de baja cuando quieras.